Cinta

sábado, 3 de febrero de 2018

Máximo valor de una empresa.


En la anterior entrada, decía que el máximo valor lo obtengo de sumar el Margen de Beneficio y la Previsión de la Rentabilidad Anual por Dividendo.

Todas las empresas cotizadas en el mundo tienen la obligación de publicar estos datos. A veces, con otro nombre (en inglés, encontraremos el Margen de Beneficio como: Net Profit, Net Earnings, Net Margin, Net Income, Net Bottom Line, Profit Margin, etc. y para la Previsión de Rentabilidad Anual por Dividendo: % Dividends o Dividend Yield).

Margen de Beneficio (Net Profit, Profit Margin)

 
Son las ganancias netas en porcentaje que representan la cantidad de ingresos sobre ventas que quedan después de que todos los gastos operativos, intereses, impuestos y dividendos de acciones preferentes (pero no dividendos en acciones comunes) se hayan deducido de los ingresos totales de una compañía. Si usáramos la lógica del “pincho”: un pincho para gastos y otro para ingresos; el segundo menos el primero y dividido entre el primero, multiplicado por 100.

SIEMPRE buscaremos que sea POSITIVA, para invertir en empresas que YA ganan dinero. Lo siento, las “startups” para los fondos de capital riesgo.

Cualquiera de las webs sugeridas, nos dará esta información sin problema ya calculada.

Previsión de la Rentabilidad Anual por Dividendo (% Dividends, Dividend Yield)

 
Los “entendidos” lo llaman el/la yield.

Muestra, en porcentaje, la relación existente entre los dividendo por acción repartidos por una sociedad en el último año y el precio de ese título. Los rendimientos obtenidos por un inversor cuando adquiere una acción proceden por una parte de la posible revalorización del precio del título y también de los dividendos obtenidos. Si quisiéramos hacer el análisis de la rentabilidad del accionista debe también ser complementado con el denominado ratio de pay out, que informa del porcentaje del beneficio de una empresa que es repartido como dividendo, pero no lo vamos a usar aquí.

Es muy importante darse cuenta de dos cosas. Por un lado que el yield de una acción determinada es una expectativa ya que se calcula respecto al dividendo pagado en el último año y la empresa (su junta de accionistas) puede perfectamente reducir el dividendo o eliminarlo completamente si el negocio no funciona o bien si prefiere emplear el capital en otra cosa más importante que remunerar al accionista en ese momento.

Por otro lado, el yield de una inversión queda determinado por el precio de compra de las acciones el día que efectúas la compra. Si la semana siguiente el precio de la acción fuera más bajo pues sucede que de haber esperado hubieras obtenido un yield mayor para tu inversión. Así pues el yield de una acción varia con el precio de la misma pero queda determinado para tu inversión en el momento en que compres.

SIEMPRE buscaremos que sea POSITIVA, para invertir en empresas que se preocupan por dar beneficios a sus accionistas y si durante el tiempo que dure nuestra inversión deciden quitar el pago de dividendos, variará nuestra fórmula avisándonos de que es mejor buscar otra empresa para poner nuestro dinero.

Gracias a estos datos y siempre que sean positivos, diremos que es una empresa con capacidad de crecimiento.

Sé que el ratio más usado y conocido en el mundo del análisis fundamental es el PER o ratio precio-beneficio pero, a mi juicio, engaña demasiado si lo usamos por sí mismo y separado. Tiene que usarse como parte de un análisis mucho más exhaustivo pero me estoy desviando. Empecemos por entender qué es el PER. PER significa Price to Earnings Ratio y también es habitual verlo expresado como P/E. Se calcula dividiendo el precio actual de una acción (su cotización en un momento dado) entre el último BPA (que es lo mismo que el EPS para los anglos, recuerda).  

También se usa el PER para saber la cantidad de años que, con los beneficios actuales de la empresa, tardaremos en recuperar nuestra inversión (PER = 12, pues tardará la empresa 12 años en devolvernos el 100% de nuestro capital invertido en ella).

Por cierto. Ya que nos hemos puesto con el PER, su inversa (1/PER) nos permite saber la capacidad de la empresa de generar beneficios (si tuviésemos una empresa con un PER de 12, su inversa sería 1/12 = 8,33% de capacidad de generación de beneficios), de ahí que cuanto menor sea el PER, mayor capacidad de crecimiento.

Otra manera de visualizar la inversa del PER es mediante la comparativa sobre el mercado de renta fija. Si a día de hoy, el Ibex 35 cotiza a una ratio PER de 14 veces, concluiremos que tiene una capacidad de generación de beneficio del 7,14%. Puede ser de gran utilidad, si lo comparamos con el mercado de renta fija. Si el bono español a 10 años está cotizando a una TIR del 1,28%, podríamos decir que la renta variable española tiene una prima del 5,86% frente al activo seguro (7,14 – 1,28 = 5,86)… se entiende porqué es el ratio más usado, ¿verdad?


Te cuento también lo que es el BPA (Beneficios por Acción): es la parte del beneficio total de una empresa atribuible a cada acción, dicho de otra manera, es el beneficio total entre el número de acciones en circulación. Así, el PER indica para un momento dado, cuantas veces está el beneficio por acción incluido en el precio de cada acción. Más fácil, si compras una acción por 20 euros, de una empresa que tiene un BPA de 2€, significa que estás pagando 10 veces el beneficio por acción que la empresa obtuvo el año pasado. El PER es un indicador de lo cara o barata que está una acción. Valores altos de PER indican que la acción esta “cara” y valores bajos de PER que está “barata” peeeeero, depende de la cotización de la acción (algo en constante cambio) y de los beneficios por acción ¡del último año! Es muy importante este matiz.

Hasta aquí, el numerador de nuestra fórmula.

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