Cinta

sábado, 2 de marzo de 2013

Calcular el Alfa de Jensen en Excel

Alfa de Jensen es una referencia de rendimiento ajustado al riesgo que indica cómo la rentabilidad de una cartera gestionada activamente están por encima o por debajo de rentabilidad del mercado.

Con origen en la década de 1960, Alfa de Jensen (a menudo abreviado como Alpha) fue desarrollado para evaluar la habilidad de los gestores de fondos activos en la selección de valores.

     Un alfa positivo significa que una cartera está por encima del mercado, mientras que un valor negativo indica bajo rendimiento
     Un gestor de fondos con una alfa negativa y una beta mayor que 1 se ha añadido riesgo a la cartera de riesgo, pero tiene peor rendimiento que el mercado

Una cuidadosa selección de valores y un poco de matemáticas significa que los inversores pueden añadir alfa a una cartera sin afectar negativamente sobre beta.


Jensen's Alpha Excel 

De acuerdo con el Capital Asset Pricing Model (modelo de valoración de activos), Alpha está definida por la ecuación:

 alpha = rs – rf -β(rb – rf)

donde rs es el retorno esperado de cartera, rf es la tasa libre de riesgo, β es la beta de la cartera, y rb es la rentabilidad del mercado. Beta describe la volatilidad de la cartera con respecto a la del mercado más amplio, y se calcula con la ecuación:



Stock Beta Equation

La rentabilidad de mercado suele ser descrito por el rendimiento esperado de un índice, como el FTSE o el S&P500.

Calcular Alpha con Excel

Paso 1: Coloque la rentabilidad de su cartera y el índice de referencia en Excel y calcular la rentabilidad media:




Jensens Alpha 

Paso 2: Defina su tasa libre de riesgos (lo que podemos usar aquí es la rentabilidad que nos daría un banco sin mover nuestro dinero o el rendimiento si lo metiésemos todo en letras del tesoro). Si los rendimientos especificados en el Paso 1 son declaraciones mensuales, entonces su tasa libre de riesgo tiene que ser sobre una base mensual.




 Paso 3. Calcule el beta de la cartera, y luego el Alfa.



Jensen's Alpha in Excel

En este enlace se puede descargar un modelo ya hecho.

http://investexcel.net/wp-content/uploads/2011/08/JensensAlphaExcel.zip 


Controlar el riesgo

La gestión de capital es esa parte de nuestro sistema de trading que nos dice cuánto arriesgar en la próxima operación.

De este cálculo del riesgo, se deduce el cálculo del tamaño de la posición, que es cuántas acciones compraremos (o venderemos corto).
Llamamos riesgo a esa parte de nuestro capital invertido que podemos llegar a perder si todo sale mal en un momento dado. Fundamentalmente, y comisiones aparte, el riesgo es la distancia entre el precio y el stop loss en cada una de nuestras posiciones abiertas.
Dicho con otras palabras, cuando abrimos una posición:
Riesgo = | entrada – stop loss | · nº acciones + gastos
Realmente, como lo que queremos es no arriesgar nunca demasiado dinero como para quedarnos fuera de combate por una racha de pérdidas (que, por cierto, siempre aparecen), nuestra misión es averiguar el riesgo y luego calcular cuántas acciones podemos mover para no sobrepasar ese riesgo.
Lo que no nos podemos permitir es dejar al azar es cuánto dinero vamos a arriesgar, porque si así lo hacemos, perderemos siempre más de lo razonable.
Fíjate de nuevo en la ecuación de antes:

Riesgo = | entrada – stop loss | · nº acciones + gastos
La entrada y el stop loss, los deducimos del gráfico, pensando siempre en criterios geométricos (nunca económicos).  Son, por así decirlo, datos fijos, constantes; no podemos jugar con ellos para ajustar el riesgo.
Por otra parte, los gastos, que son las comisiones de entrada y de salida, los deslizamientos al ejecutar las órdenes, las comisiones de custodia, incluso la financiación (si trabajamos con CFD), vienen asociados al broker que utilicemos. Si bien es importante operar con un broker lo más barato posible, los gastos no son un número con el que podamos jugar para controlar el riesgo que queremos correr.
Realmente, con el único parámetro con el que podemos variar el riesgo es con el tamaño de nuestra posición (numero de acciones a comprar o vender corto).
Por lo tanto, lo que siempre vamos a hacer es establecer nuestro riesgo, según el método más conveniente para nosotros, y teniendo claro ese valor, deduciremos cuántas acciones negociar.

Veámoslo en un ejemplo:
Si tenemos una cuenta de trading de 10.000€ y, queremos comprar Endesa a 23€, con stop loss en 21.50€, asumiendo unas comisiones globales de 25€ por la operación ¿Cuántas acciones comprar?
  • Cuenta = 10.000€
  • Entrada = 23€
  • Stop loss = 21.50€
  • Gastos = 25€
Si utilizamos el método del riesgo fijo al 2%, entonces nuestro Riesgo es:
Riesgo = 2% · 10.000€ = 200€
Por lo que, el número de acciones a comprar:
nº acciones = (Riesgo – gastos) / | entrada – stop loss |
nº acciones = (200 – 25) / | 23 – 21.50 | = 116 acciones
De este modo, comprando 116 acciones, si se dispara el stop loss, perderemos sólo 200€ y nuestra cuenta no quedará seriamente dañada. Así pues, estaremos controlando el riesgo.
Si, en lugar del método de riesgo fijo, utilzásemos el método incremental, o el método de la fracción óptima, tendríamos cualquier otro valor para el riesgo (por ejemplo, 2.2% o 3.1%), pero el cálculo sería exactamente el mismo.
Recuerda: Es vital para sobrevivir como trader mantener controlado el riesgo. Para ello, mide bien cuántas acciones negociar en función del riesgo que te corresponda correr.

¿Cuánto estás dispuesto a perder?

Si estás aprendiendo a operar en bolsa, te habrás dado cuenta de que te toca perder dinero. Te toca perder cuando lo hagas mal y te toca perder aún cuando lo hagas bien.
Perder forma parte del trading. Así que hay que convertirse en perdedores profesionales. Un trader profesional se caracteriza, sobre todo, porque sus pérdidas son pequeñas y constantes. Pierde poco muchas veces. Cuando gana, gana más de lo que ha perdido. Ambos procesos los lleva con normalidad y total tranquilidad.
También descubrirás que te toca perder dinero por el mero hecho de estar aprendiendo. Cometerás errores sencillos que pagarás a precio de oro y salvarás los muebles con más suerte que acierto en otras ocasiones, entregándole algunos euros a los profesionales que se ganan el pan a base de llevarse el dinero de la gente menos preparada.
Por todo ello, debes saber cuánto estás dispuesto a perder.
Tienes que establecer cuánto dinero sacrificarás directamente como coste de aprendizaje. Ya sabemos que el dinero para bolsa debe ser un dinero no comprometido y no necesario para otros menesteres. Pero debemos saber que, especialmente al principio, una buena parte de ese dinero lo gastaremos en infinidad de detalles de “puesta en marcha”. Es importante tener claro que lo vamos a perder.
Quizás, si vas con pies de plomo y te mantienes disciplinado, puedas mantenerte por debajo de los 1000€ durante el primer año. Y en un año se puede aprender mucho.
En segundo lugar, tienes que tener claro cuánto estás dispuesto a perder en cada una de tus operaciones.
Si no toleras pérdidas de 250€, no te metas tan fuerte en una posición. Lo mejor es empezar con pérdidas moderadas e ir acostumbrándose poco a poco a perder .
En cualquier caso, determinar cuánto vas a perder en la próxima operación es fundamental. Además, es una demostración de que tienes controlados tus números, de que sabes lo que haces y en lo que te estás metiendo.
Si determinas adecuadamente una operación (entrada, objetivo, stop) y además añades el dato de cuánto es lo máximo que estás dispuesto a perder, automáticamente tendrás definido el tamaño máximo de tu posición.
Por un lado, calculamos la relación Bº/Rº (Beneficio/Riesgo) dividiendo [(objetivo - entrada) / (entrada - stop)].
Por otro lado, decidimos cuánto es lo máximo que estamos dispuestos a perder, el riesgo total.
El riesgo total es el riesgo por acción multiplicado por el número de acciones que conformarán nuestra posición. Así, este número de acciones viene de dividir nuestro riesgo total entre el riesgo por acción , que era (entrada – stop).
Por supuesto, esto es sin contar comisiones o deslizamientos (pequeñas diferencias entre el precio fijado en la orden de entrada o salida y el precio al que realmente se ejecuta).
Ignorando los deslizamientos, pues son impredecibles, podemos meter fácilmente las comisiones en la ecuación: Plantearemos que el riesgo total es lo que estamos dispuestos a perder, incluyendo las comisiones.

Todo esto es muy complicado de decir, pero muy fácil de entender. Lo verás claramente con el siguiente ejemplo:

Supón la siguiente operación:

Objetivo: 27.85€
Entrada: 25.01€
Stop: 24.18€

El riesgo por acción es (Entrada – Stop): 0.83€
Por otra parte, no estás dispuesto a perder más de 100€ en esta operación y sabes que las comisiones rondarán los 12€.
Lo único que hacemos es considerar como riesgo total 100€ – 12€ = 88€. Esto, a dividir entre el riesgo por acción de 0.83€, te permite crear una posición de 106 acciones.

¿Sabías que si pierdes la mitad necesitas doblarte para recuperar?

Así es, si tienes una cuenta de trading de 10.000€ y pierdes la mitad (5000€) ¿Cuánto necesitas ganar para recuperarte?
Exacto, 5000€. Es decir, tienes que ganar un 100%. Tienes que doblarte.
Todos sabemos lo difícil que es lograr eso pero sin embargo, si nos descuidamos, también sabemos todos lo fácil que resulta reducir una cuenta a la mitad.

Quiero que tengas estos número claros. Quizás ya los hayas visto más veces. No me importa:
Si pierdes el 50%, necesitas el 100% para recuperarte. Imposible. En la práctica, estás fuera de combate.
Si pierdes el 33%, necesitas el 50% para recuperarte. Conseguir una rentabilidad sostenida en el global de tu cartera del 50% sigue sin ser razonable.
Si pierdes el 25%, necesitas el 33% para recuperarte. Podemos catalogarlo de hazaña, pero de cuando en vez, se podría conseguir. Claro que, desde luego, no está al alcance de alguien que dilapida el 25% de su capital.
Si pierdes el 10% de tu capital, necesitas ganar un 11% para volver al principio. Ahora ya hablamos de algo medianamente asequible.
Si pierdes el 5% de tu cuenta, necesitas ganar poco más de un 5% para volver a donde estabas. Esto sí que puedes hacerlo rápidamente.

Escribo todo esto para lanzarte un único mensaje:

Nunca te permitas perder más de un 5% de tu cuenta de golpe.
Arriesgando poco de cada vez, puedes llegar muy lejos, pero si te pasas y llevas un fuerte varapalo, quedarás fuera de combate. Te costará tanto recuperar que, probablemente nunca llegues a hacerlo. Cuida tu cuenta.

El error más frecuente al ceñir el stop

Cuando una operación en Bolsa va viento en popa y el precio avanza en tu favor, querrás proteger parte de tus beneficios. Al fin y al cabo, en cualquier momento el precio puede darse la vuelta y quitarte todo lo que habías ganado.
Lo más habitual en estos casos es que acerques al precio tu orden stop loss (la orden que pusiste de salida por si las cosas se torcían).
Hasta aquí todo bien. Entras en el mercado, además de la orden de entrada pones una de salida en el punto a partir del cual no estarías dispuesto a perder más (orden stop loss), aciertas con el movimiento, empiezas a acumular beneficios, quieres asegurarlos y decides aproximar tu stop loss:
Sin embargo al novato siempre le pasa lo mismo, ciñe demasiado el stop loss y se queda fuera de juego a la primera de cambio ¿Te suena?
Hay un millón de motivos por el que uno puede equivocarse al colocar el stop loss y por los que puede pasarse al acercarlo al precio. No obstante, el 95% de las veces el novato lo hace porque ha cometido el mismo error: Ha estado contando el dinero que lleva ganado.

Contar el dinero es lo peor que puedes hacer mientras tienes abierta una posición.

Te voy a explicar por qué jamás debes contar los euros acumulados en medio de una operación. La razón es aplastantemente lógica y sencilla, pero es importante que la veas y que no sólo la leas, por eso he puesto la gráfica de ahí arriba.

Mira bien la imagen y dime ¿por qué has colocado el stop loss inicial donde lo has colocado?

La respuesta no se mide en euros ni en dólares que puedas perder, sino que se mide en la distancia (en centímetros, si prefieres) desde las velas hasta tu punto de salida. No es una cuestión de dinero, es una cuestión de geometría.
Pusiste ahí el stop porque, mirando al tamaño de las velas, al sentido de la tendencia y su inclinación, pensaste que el precio sólo llegaría hasta ese punto si algo fallaba y se daba la vuelta.
Del mismo modo, a la hora de ceñir el stop loss para proteger parte de nuestros beneficios, tenemos que hacerlo con un criterio geométrico, mirando al gráfico e ignorando por completo cuántos euros podríamos meter directamente en el bolsillo si acercásemos el stop loss un poquitín más. Esto es absolutamente crucial.
Prométete a ti mismo que no querrás saber nunca más cuánto llevas ganado o perdido en una operación mientras la tengas abierta. Esto te ayudará a tomar las mejores decisiones. Esto te ayudará a ser mucho más consistente.

La suerte favorece a los mejor preparados.

Las Ganancias dependen del Riego/Beneficio

A la relación Bº/Rº (Beneficio/Riesgo) los americanos le llaman "Risk/Reward" ratio y, abreviado "R/R". Es decir, se nombra justo al revés, aunque la división sea en el mismo sentido que en España. De modo que un R/R de 2.7 es lo mismo que un Bº/Rº de 2.7.

En cualquier caso, la R proviene de "Risk" y se refiere al dinero que hemos arriesgado, no importa demasiado la cantidad, sino la proporción. Es decir, cuando escribimos que hemos obtenido una ganancia de 1.5R, nos referimos a que, si habíamos arriesgado 100€, pues ya hemos ganado 150€.

Acordémonos de que el riesgo, risk, R, es la distancia entre nuestra entrada y el stop que hayamos puesto, multiplicado por el número de acciones:

Si compramos 300 acciones de SBUX (Starbucks, el de los cafés) a $20 y ponemos el stop en $18.5, asumimos un riesgo de (20 - 18.5) · 300 = $450. Si nos sale mal la operación, perderemos como máximo $450 (más comisiones y deslizamientos en contra). Esto es, arriesgamos sólo $450, aunque hayamos tenido que poner 300 acciones x $20/acción = $6000 en el mercado.

Pero ¿Y si nos va bien?

Imaginemos que abrimos largos (entramos comprando) en SBUX en $20. Pagamos $50 de comisiones y supongamos que no sufrimos deslizamientos (es decir, que nuestra orden se ejecuta exactamente a $20).

Antes de que el precio se mueva un ápice, ya estamos perdiendo dinero, concretamente, $50.

Nuestro objetivo es ganar dinero minimizando el riesgo. Este concepto es muy importante, pues de nada sirve arriesgar $1000 y ganar sólo $20. A la larga nos quedaríamos sin blanca. Lo importante es ganar más arriesgando menos.

Por ello, nuestro primer objetivo es llegar a "breakeven", es decir, el punto en el que, si salimos, no hemos perdido ni ganado nada. Lo comido por lo servido: Beneficios - gastos de operación = $0.

En nuestro caso de SBUX, llegaremos a breakeven cuando SBUX suba a $20.166, pues nuestras acciones valdrán $6050 y ya habremos amortizado las comisiones. Todo lo que suba a partir de aquí serán ganancias.

Sin embargo, es muy frecuente que, para evaluar el resultado de una operación, despreciemos el importe de las comisiones, así como el tamaño de la posición. Teóricamente, da lo mismo tener una acción que 10.000, pues si el precio sube un 6%, tendremos beneficios del 6% en ambos casos; solo que, el que compró 10.000 acciones arriesgó 10.000 veces más que el compró una y, por lo tanto, si le sale bien, también ganará 10.000 veces más.

Es por ello, que es habitual expresar las pérdidas o ganancias en función del capital arriesgado (R), independientemente del nº de acciones que se hayan comprado.

Al hacer esto, se suelen despreciar las comisiones, de modo que, cuando entramos ya estamos en ganancia 0. Si el precio va en nuestra contra y alcanza nuestro stop de pérdidas, nos iremos con ganancia -R.

Si el precio comienza a ir a nuestro favor, entramos inmediatamente en R's positivos. Cuando hemos ganado tanto como lo que habíamos arriesgado estamos en situación de +R. Sin contar comisiones, a este punto le llamamos "breakeven".

Si el precio sigue moviéndose a favor y, ajustamos nuestro stop a +R (breakeven), entramos en lo que se suele llamar una "operación gratis"; pues, no importa lo que suceda, ya no podemos perder dinero con esa operación, con lo que hemos anulado el riesgo y sólo nos puede ir bien.

Si el movimiento del precio continúa favoreciéndonos, llegará un momento en el que decidamos salir de la operación y lo haremos con una ganancia de +2R, o +1.48R, o lo que sea.

Resumiendo, el concepto de "breakeven" varía según la situación: Si se consideran los costes de la operación (operativa en futuros, primas de opciones o comisiones del broker), a breakeven se llega cuando las ganancias anulan estos gastos. Si olvidamos las comisiones, breakeven es el punto en el que el riesgo se anula. Moviendo nuestro stop a breakeven, entraremos en una operación gratis y sólo podremos ganar, o quedarnos como estábamos antes de entrar, pero nunca perder.

Hablaremos de +R cuando lleguemos a breakeven y expresaremos como múltiplos de R el resultado de la operación, dando una idea rápida, clara e independiente de cuantas acciones hayamos movido, de lo bien o mal que nos ha ido esta operación.

Por todo ello, cuando en este blog, expresemos los resultados en términos de R's, no tendremos en cuenta las comisiones, pues éstas dependen del broker y del tamaño de la posición. Si planteamos una operación, fijando entrada y stop, y nosotros decidimos entrar en esta operación con 250 acciones, tú la ejecutas con 60 acciones y otro lo hace con 4000, todos habremos acabado con las mismas R's, con el mismo beneficio o pérdida proporcional, aunque los euros ganados o perdidos sean distintos en cada caso.