El reto para mí, no es
comprometerme (cuando estudiaba, se decía “trabajar por objetivos”, ahora se ha
sustituido por “trabajar por compromisos”, otro eufemismo del marketing) como
si trabajase para una multinacional y
convenir con un jefe para cumplir el “budget”.
El reto es, usando términos bíblicos, multiplicar los panes y los
peces.
Si catalogamos a los que se
animan a entrar a los mercados en cualquiera de sus formas: acciones, futuros,
cfd´s, warrants, inlines, forwards, ETF´s, fondos de inversión, swaps,
opciones, etc. en dos categorías, tendríamos por un lado a los que, de vez en
cuando, han comprado unas acciones (más por recomendación o pálpito) pero no se
lo plantean como forma de obtener ingresos regulares. El otro grupo, si quiere
obtener ingresos regulares y además de elegir alguna de las formas o varias de
las expuestas anteriormente, hasta se forma si no tiene estudios específicos,
para ello.
De entre el primer grupo, siempre
hay quien ha conseguido un “pelotazo” y cree que esto es jauja, aunque sean
bastantes más a los que les haya salido mal (salida de Bankia a bolsa y miles
de inversores que han visto como lo que compraron vale un tercio, sin saber qué
hacer con ello salvo “acumular” dividendos).
Para el segundo grupo y,
excluyendo a los realmente profesionales y formados, los dos mayores subgrupos
serían el de “buscadores de tesoros” y los “vendedores de picos y palas”. Los
primeros buscan el Santo Grial, el método que les va a convertir en Gordon
Gecko, mañana. Los segundos, les ofrecen que ELLOS tienen el Grial desde $99.
Solo hay que encontrar un sistema que tenga esperanza matemática
positiva. Por cierto, cuando se opera opciones cobrando prima (a credit),
no la hay… ¡vaya sorpresa, verdad! En realidad, el dinero está en los ajustes y
en el timing en la salida, no en la entrada.
Todo este prólogo es para situar
a quien esté leyendo que puede que algo tan simple como un cruce de 2 medias
móviles sea un sistema “pobre”, pero si este sistema tendencial, después de
simular sus posibles resultados y optimizándolo convenientemente da esperanza
matemática positiva, pues ya lo tienes. Solo falta lo que realmente hace crecer
tu cuenta de forma exponencial: reinvertir
los beneficios. (Aunque se pueden comprar los rebotes sobre una EMA50 y
vender cuando esta media es traspasada un determinado número de ATR´s, por ejemplo).
Reinvertir los resultados es utilizar el capital ganado o perdido para
la siguiente operación.
Sin gestión de capital, da igual
el sistema porque no sabrás cual es la cantidad más adecuada para entrar en
cada momento. Es mejor un sistema mediocre con buena gestión de capital que uno
fantástico sin ella.
Gracias a que los mercados NO son
eficientes y que las ganancias y pérdidas no son constantes, hemos de formarnos
en estrategias de gestión de capital que optimicen el uso que hacemos del
mismo. De lo contrario, siempre entraríamos comprando la misma cantidad de
acciones o contratos o, peor, la
variaríamos aleatoriamente sin un método.
Partimos de la base de que NO es
posible controlar el resultado de una operación pero si la cantidad que se debe
arriesgar y estos métodos no convierten el plomo en oro porque el beneficio que
se obtiene no es proporcional al riesgo, sino que a partir de un determinado
nivel de riesgo por encima se obtiene un beneficio menos que arriesgando más.
Casi todo lo que puede encontrar
referente a este tema será para usar formas de entrar al mercado buscando una
direccionalidad en el subyacente y añadiéndole un control de parada de pérdidas
en forma de stop loss. Con las opciones, esto SÓLO se puede aplicar si usamos
Long Call para ir “largos” y Long Put para ir “cortos”.
Ya que mi forma de
operar no es tan simple, el simple hecho de plantearse un stop loss es más
mental que físico, aunque solo sea porque las opciones no tienen órdenes que
sirvan de stop como en un futuro.
Esto hace que estrategias de F
Óptima, F Kelly, 2% de Elder y similares, sean inaplicables cuando trabajamos así:
Como dejé reflejado en la entrada
9, las pérdidas son inherentes a cualquier sistema de trading. Ser capaces de
limitarlas es un arte cuando no existe un stop loss fijo como en los futuros o
cfd´s. Cuando se trabaja con carteras de inversión se asume una pérdida en
porcentaje sobre todo el capital y no sobre un activo en concreto, ya que se
supone que la ponderación del capital en cada inversión, compensa cada pérdida
concreta, donde ese tipo de gestoras destinan muchos recursos a diseñar el
algoritmo de turno en función del riesgo que quiera asumir cada cliente.
Como lo que hacemos es
“autoinversión”, lo que podemos hacer es calcular cuantas veces podemos equivocarnos
antes de perder la mitad de nuestro capital. La mejor fórmula para esto es:
n.º perdedoras consecutivas =
ln(1/2) / ln(1-%pérdida)
Esta es la principal razón para
no operar con el 100% de nuestro capital ya que si usásemos el archiconocido 2%
de límite por operación (insisto en que en nuestra operativa es inaplicable al
no poder controlar más allá de un uso del capital de faena porque no ponemos
las opciones y nos sentamos a esperar que toque el stop o el profit), se supone
que usando la fórmula anterior podemos fallar 34 veces seguidas antes de
reducir nuestro capital a la mitad.
Tampoco vamos a tener en esto
retornos constantes. De hecho, nunca sabremos lo que vamos a ganar a menos que
nos fijemos un nivel en el que digamos que la valoración que nos ofrecen es
suficiente y cerremos los contratos.
Calcular la probabilidad de ruina
queda muy bonita sobre el papel pero es poco útil en una operativa manual de estas características.
No hay rachas, ya
que se añaden/quitan contratos en función de las características del mercado y,
por otro lado, no existe “memoria” en las operaciones por las que se demuestre
que cada resultado es dependiente del anterior, esto significa que no debemos
dejar de operar después de un determinado nº de pérdidas seguidas y la cantidad
de lotes no depende tampoco de si la anterior operación ganó o perdió.
Esta semana ha seguido el rally
hasta la resistencia en los 10300, pero los estímulos de los diferentes bancos
centrales (o mejor dicho, su ausencia porque no saben aún las consecuencias del
Brexit y están a verlas venir), no ha conseguido más que hacer “tope” en ese nivel y estar en fase de
consolidación.
El Dax abre la semana así:
Y la cuenta, está así en la
apertura del mercado:
Cerrando en 10337,50 se mantiene
en la resistencia sin romperla. Le faltan razones, el volumen es bajo y el
mercado americano moviéndose en rangos de +0,25-0,50% diario, no ayuda.
Hay más razones para pensar en
una corrección que en tomar el impulso que rompa definitivamente la resistencia
y continúe la tendencia alcista desde la votación del Brexit.