Cinta

domingo, 12 de junio de 2016

EL RETO – Semana 5.



Existe la creencia popular de que los que ganan en la bolsa, se parecen más a George Soros o a Jordan Belford y, aunque existen, son legión los que cada día, cada semana y mes del año, se rompen la cabeza balanceando carteras de valores, fondos y deuda corporativa para ganarse su sueldo y ofrecer una rentabilidad pasiva para sus clientes.

 No hace falta tener todo esto para sacarle mayor rendimiento que la media:




Por cierto, tiene fama una frase que dijo Warren Buffet en una charla/clase magistral:

 “¿Saben ustedes cual es la mejor forma de acabar el año con un millón de dólares?

Empezar con dos millones.”

 Esto lo dijo para demostrar que hay que estar dispuesto a perder, según su criterio como inversor, la mitad de tu capital si los criterios que utilicemos para justificar la inversión en la/s compañía/s, nos lo dicen así.
 

 Los que nos encontramos a un nivel más modesto, aunque tenemos claro que las pérdidas es algo que no solo ocurren sino que hay que asumir como algo normal (o creen que cubrir una garantía de cualquier producto, no suponen pérdidas que debe asumir el fabricante), aguantar minusvalías de ese tamaño y a mi juicio son excesivas y para los que hacemos trading de la forma que sea, un suicidio.

 

Hay que diferenciar entre inversión y riesgo en nuestra operativa y por qué.



Cuando se usan derivados, nuestra inversión será todo lo que ponemos para posicionarnos en el mercado y riesgo la máxima pérdida que vayamos a asumir en caso de equivocarnos. 



Con futuros, además del margen que te requiera el broker para los contratos (que es la garantía de tu solvencia para operar), tendrás que añadir el tamaño de tu stop loss. 



De hecho y con nuestra forma de operar opciones, asociaremos inversión con lo que veamos en “Saldo” y riesgo con lo que nos refleje el broker en “Valoración”. Lo hacemos así de simple porque puede que tengamos un saldo 1/3 por debajo del inicio del vencimiento (que esa diferencia es la inversión que hemos realizado para estar donde estamos) y, sin embargo, no existan pérdidas ni latentes ni reales, al tener una valoración “por encima del agua”.



Cuando se usan futuros, cfd´s o incluso, acciones, se puede (debe) poner un stop loss que sirva para limitar las pérdidas, eso ya lo sabemos todos y parece que la gestión de capital se reduce a eso. 



No es cierto.



Si fuese así, Larry Williams, usando la fórmula de Kelly (que para el que no lo sepa, era un ingeniero de los Laboratorios Bell que buscaba junto con otros, la forma de enviar datos por una línea de transmisión de manera que se garantizase el valor óptimo de potencia para evitar el ruido implícito en la línea de transmisión y recibir en el otro extremo la mejor señal posible, consiguiéndolo en 1956, con su archiconocida fórmula:  

F Kelly = Expectativa Matemática / (ratio ganancia / pérdida)).



… y, ¿Cuál era la expectativa?(cuidado con los paréntesis, que juegan malas pasadas): 



Expectativa matemática: ((1+(ratio ganancia/pérdida)) * porcentaje de ganadoras)-1



El “Holly Grail” que buscan todos los que con poco conocimiento, poco capital y aún menos, paciencia debería superar el 90% de aciertos (operaciones ganadoras), deberían hacérselo mirar porque si usamos un ejemplo fácil con esa tasa de aciertos, una ganancia en cada momento de 50€ y una pérdida de 600€ (porque no saben, no quieren, no conocen que lo primero de todo es saber qué cantidad estamos dispuestos a perder si nos equivocamos), obtenemos que:



(0,90 * 50) – (0,10 * 600) = 45 – 60 = -15€



Así que, acertando el 90% de la veces, perderemos -15€ por operación… chico, mejor vete al casino y prueba suerte en la ruleta… ¡ah no!, que si lo haces  en una ruleta americana con doble cero juegas, para la máxima ganancia que es 35 veces lo apostado, 1 número de los 38 que tiene (y la banca el resto), te ocurrirá esto:



((1/38) * 35) + ((37/38) * (-1)) = -0,053€



Vaya, por cada euro (o dólar, lo que prefieras) que se apueste, se espera perder -5,30 céntimos en cada tirada. De ahí, que lo primero que tenemos que saber es si nuestro sistema (o varios, sobre todo si son automáticos) es que tenga una expectativa matemática positiva.



Decía 4 párrafos antes, que Larry Williams utilizó la fórmula de Kelly para operar una cuenta de futuros en el campeonato de trading Robbins de 1987 y pasar de $10.000 a más de 2 millones, aunque acabó con $1.100.000 al final del año, calculando el número de futuros dividiendo el capital recomendado por Kelly entre el margen o garantías de los futuros con los que operaba.



A pesar del enorme resultado, esa oscilación entre el máximo rendimiento que llegó a obtener y el resultado final hizo que trabajase con Ralph Vince para descubrir que provocaba unas oscilaciones tan fuertes en el valor de la cartera. Al final, Ralph descubrió que la fórmula de Kelly se estaba empleando incorrectamente a los mercados porque solo debe aplicarse a situaciones en que las ganancias y pérdidas sean del mismo importe, como en una situación de Bernnoulli (... y es que aquí ni hay fluidos, ni presión sobre ellos, ni velocidad... bueno, de esto si hay pero es otra historia). Así se creó la F Óptima.



Yo la encuentro especialmente compleja y solo útil si ya tenemos un trackrecord (los HPR´s) que nos permita tener contabilizados varios resultados con ganancias y pérdidas, con la máxima pérdida sufrida, que permita obtener tanto la ganancia relativa (lo que llama TWR) y la media geométrica, con la que hallar la fracción óptima de capital para cada entrada al mercado.



Como nuestra operativa no es que se base en la suma de confluencias de diferentes indicadores, osciladores, conjuntos de velas y demás, no hay fracción a utilizar más allá del margen/debit necesario en cada vencimiento pero no es fijo, algo que si lo es al utilizar la F óptima. Por eso y varios motivos más, prefiero el Ratio Fijo (Fixed Ratio) de Ryan Jones, que permite elevar el riesgo solo si se ha alcanzado un nivel de capital que lo soporte y no arriesgando una fracción con la idea previa de que debemos estar dispuestos a perderlo si “pintan bastos” y no digo que la fracción resultante en los cálculos sea el stop loss, sino que el stop loss multiplicado por todos los contratos que entremos al mercado si son esa fracción óptima de Ralph vince. 

Demasiado, sobre todo si se está empezando en esto, de ahí que el "money managemente" se reduzca a no arriesgar más de un 2% de nuestro capital por operación. Para hacerlo de forma eficiente hay que hincar los codos y trabajarlo un poco más.

Más adelante, facilitaré una tabla con Fixed Ratio para hecer crecer nuestras posiciones en función de nuestro capital.



Cuando tienes cestas de sistemas automáticos (las mejores están aquí) con, por ejemplo, 15 sistemas descorrelacionados, si que se puede utilizar la idea de Ralph Vince y lo afirmo porque la F óptima se basa en la premisa de que arriesgues tu capital (esa fracción “óptima”, aunque esta sea del 65%), independientemente de si has optimizado tu/s sistema/s, solo porque la tasa Bº/Rº entre dentro de que la Expectativa sea > 0,5 y el TWR > 1. 

Una reflexión con esto sería optimizar primero esa tasa de pérdidas (stop loss) que aguante cada sistema, mucho antes de aplicar fracciones de nada, recordemos que están las comisiones, los slippage, etc.



Después de esta perorata, hay que ponerse al día con todo lo que le ha ocurrido al Dax y a nuestra cuenta durante la semana del 6/6/16 al 10/6/16.



Empezaremos, como siempre, situándonos en el gráfico del Dax y su apertura el lunes:


El índice parece apoyarse en ese soporte en torno a los 10100 y rebota.





En realidad, el mercado caerá y perderá todo lo conseguido hace 2 semanas. Vamos a ver cómo se lidia.











Al final, el retroceso que tuvo el lunes y martes, fue solo para coger fuerza en la caída hasta el “soportazo” en torno a los 9800, coincidiendo con un movimiento similar en el SP500, que es el que manda.



No cabe duda que el ajuste era necesario y lo hicimos “a tiempo”. Esto siempre será relativo, ya que el momento “óptimo” se produce por “adivinación” y siempre que se esté delante de la pantalla para hacerlo. En cualquier caso, la realidad fue así:


 

Si retrocedemos a resumen de cuenta anterior, se puede ver que estaba vendida en 123 puntos (columna Precio Medio, y es “medio” porque si añadimos posiciones en diferentes momentos, la prima varía y hace media entre todos los contratos) y la hemos comprado en 223 puntos, nos ha costado -100 puntos, a 5€/punto = 500€, aparte los -3€ de comisión… pues no, es un error


Cuidado con esto porque aquí es donde un margen adecuado es el que garantiza que nuestro broker no decida por nosotros.


Cuando operamos con opciones vendidas, a pesar de “cobrar” la prima de cotización del strike, en realidad, no se puede contar con ella porque  puede estar cotizando ITM (como ha sido el caso del cierre en 10150) y tener un valor superior al que “nos iban a dar”, pero siempre que se quede OTM. 

Por lo tanto, al liquidarla ITM, asumimos ese precio en el que cotice en el momento de casar la orden, en nuestro caso 223 puntos, a 5€/punto = 1115€ + 3€ de comisión que se lleva el broker, Total: 1118€ de nuestra cuenta.


Si vamos al saldo anterior antes de hacer el ajuste y le restamos el actual:


4992,50 – 3874,50 = 1118€


Todo cuadra, sin trampa ni cartón. 


Perfecto. Ahora que sabemos que nuestro broker, además de ser legal en el papel lo es al trabajar con nuestro dinero, veamos donde estamos de cara al fin de semana:


-          Hemos quitado todo el riesgo bajista (de hecho, cuanto más baje, más ganaremos sin preocuparnos de vencimiento).


-          Nuestra inversión está dentro de los márgenes, tanto nuestros como del broker.


-          Podemos aguantar una subida del 5,66% o 555 puntos, antes de tener que preocuparnos de perder dinero “por arriba”, porque “por debajo” ya no perderemos.


-          Que si se hubiese liquidado el viernes pasado, de la inversión a cumulada entre posicionamiento inicial, ajustes y comisiones del broker, habiendo empezado con 6050€ - 6435 = 385€ de beneficio obtenido sobre una inversión de 6050 – 3874 = 2176€; luego nuestro ROI = 385/2176 = 17,69% habría sido.


Aún nos queda una semana. 


La más importante. 


La más difícil porque no queda mucho tiempo para ajustes con liquidez pero la que nos puede hacer doblar el beneficio.

La cuenta está así antes de abrir el lunes. Lo más probable es que la sesión asiática del domingo/lunes 13/6/16, se contagie de lo que se hizo Wall Street y las bolsas europeas, pero eso vuelve a ser intuición. La realidad, a partir del lunes a las 9:00 h., después de la subasta de apertura.