Cinta

lunes, 11 de octubre de 2010

Marina D'or ya no es tan D'or

Marina d´Or se ha convertido en protagonista de El Mundo al revés. La compañía continúa renegociando su deuda, aunque ya ha llegado a algunos acuerdos, según las últimas cuentas individuales de 2009 de la cabecera del grupo.
Además, en las mismas se reconoce que "está negociando operaciones adicionales de financiación con entidades bancarias que permitan el mantenimiento de las operaciones de la Sociedad". Para ello, solicitó 60 millones.
La banca ha rechazado darle esa cantidad, lo que le deja al borde del naufragio. Sin embargo, acepta otorgarle la mitad de lo solicitado siempre y cuando presente un plan de viabilidad. Y aquí es donde viene El Mundo al revés. Jesús Ger, el dueño de la promotora, se ha negado a diseñarlo.
El plan de futuro no sólo lo reclama la banca acreedora, sino también su auditor, Deloitte, en sus últimas cuentas consolidadas. Concretamente le advierte de que "la capacidad del grupo para realizar sus activos dependerá del éxito del plan de negocio establecido, de las operaciones futuras y del mantenimiento del apoyo financiero necesario".
Por otro lado, las cuentas individuales de 2009 de Marina d´Or Loger, la cabecera del grupo, explican que se ha llegado a acuerdos con determinados bancos (el grupo logró refinanciar, el primer semestre de 2009, 116,6 millones) y se han intercambiado activos con algunas entidades por deuda.
Sin embargo, reconoce que "la planificación financiera a corto y medio plazo de la sociedad y del grupo en el que se integra contempla necesidades adicionales de recursos derivadas de la actividad prevista, que se espera sean cubiertos con las nuevas operaciones de financiación que se espera formalizar durante el ejercicio 2010".
Y entonces, ¿qué sucede si Ger no elabora su proyecto de futuro, teniendo en cuenta que en sus propias cuentas se destaca la necesidad de financiación adicional? La banca asegura que su situación es crítica y que tiene muchas papeletas para acabar en concurso de acreedores si la difícil situación que atraviesa el sector inmobiliario se prolonga en exceso en el tiempo.

 

Le salvan las garantías

En la mayoría de los casos en los que una promotora, inmobiliaria o constructora ha negociado una refinanciación, la banca teme la caída de la compañía por la provisiones que van a lastrar sus cuentas, ya que en la mayoría de los casos se infló el valor de los inmuebles y los terrenos a edificar.
Sin embargo, en este caso, las cosas son distintas por el tipo de garantías que tiene la banca. Fuentes financieras sostienen que éstas duplican el valor de la deuda total de la compañía, ya que Marina d'Or, cuando solicitó el crédito que ahora quiere refinanciar, entregó a la banca terrenos como garantía. Actualmente, esos activos han sido edificados y en caso de que el grupo cayese, las entidades financieras obtendría esos suelos ya edificados, por lo tanto, su valor se duplica como mínimo. No obstante, el endurecimiento de las nueva normas de provisiones podrían hacer que la banca se decantase por salvar uno de los pilares de la economía de Oropesa y Cabanes (Castellón).
Marina d´Or, por su parte, asegura que su situación no es tan crítica como la banca asegura y que la cantidad solicitada no es para evitar ningún naufragio, sino para poner en marcha nuevos negocios. Además, el grupo lleva tiempo adecuando su dimensión y sus gastos a la actual situación económica y abriendo mercados y sectores con posibilidades como las renovables.
Por otro lado, el grupo, que ya ha recibido el visto bueno para el futuro PAI Marina d´Or Golf, ya explicó en otras ocasiones que aunque "en el periodo de bonanza la empresa era capaz de generar el capital necesario para ese macro proyecto, la actual coyuntura nos obliga a buscar financiación".
En caso de un fatal desenlace de todo el proceso, las entidades que se verían más comprometidas serían, en primer lugar, el Banco Popular, al que el grupo adeuda unos 200 millones; el Pastor, que soporta unos 80 millones; Caja Madrid, con 65 millones; Bancaja, cuya exposición está cerca de 60 millones; el Sabadell, con 50 millones; y Santander, BBVA y La Caixa, con menos de 80 millones. Además, en la deuda se encuentran otros 20 bancos y cajas con importes inferiores.

 

El lastre de Marruecos

La cuentas individuales también explican que las pérdidas netas de 25,5 millones en las que ha incurrido en 2009, se deben a que su sociedad Marina d´Or Maroc "se encuentra en situación de desequilibrio patrimonial". Por ello, la sociedad ha realizado una aportación de los socios para compensar las pérdidas, que han alcanzado los 21,2 millones. No obstante, advierte, "está pendiente la adopción de los correspondientes acuerdos en dicha filial, a efectos de cumplir con la legislación aplicable en Marruecos".

Además, Marina d´Or ha solicitado a los Ayuntamiento de Cabanes y Oropesa la devolución de los avales depositados para obtener las licencias de obras de cuatro edificios situados en ambos términos municipales de Castellón. La compañía ha decidido paralizar todos sus proyectos futuros a la espera de tiempos mejores, según confirma el propio grupo. "Terminaremos de construir los edificios que tenemos a medio hacer pero hemos reclamado los avales de los no iniciados antes de que concluya el plazo para no perder, al menos, esa cantidad" explica un portavoz de Marina d´Or.
En concreto, se trata de los edificios Estrella del Mar y Mediterráneo III en Cabanes y Agua Marina II y Palacio del Mar II en Oropesa. Por la devolución de los avales el grupo obtiene algo más de 360.000 euros. Los cuatro edificios de Cabanes pertenecen a la polémica promoción de Torre La Sal, la cual está denunciada ante la Fiscalía y obtuvo las licencias de primera ocupación por silencio administrativo.
La promoción incumplía dos de los requisitos impuestos por el informe de impacto ambiental de la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat, puesto que se debía utilizar la desaladora que construye el Ministerio de Medio Ambiente y se tenía que asegurar la depuración de las aguas residuales a través de la depuradora que se construye en Oropesa.

 

Se duplican los problemas

Sin embargo, aunque el grupo logró autorizaciones para utilizar los depósitos ya construidos se ha dado de frente con una crisis que apenas podía imaginar y que no ha hecho más que duplicar los problemas que ya afrontaba con el complejo de Torre La Sal. Precisamente por ello, no sólo ha solicitado la devolución de los avales, sino que además ha pedido una prórroga de dos años para retrasar la construcción de otros dos edificios que se tendrían que empezar a levantar también enTorre La Sal.
Se trata de los edificios Costa Levante y el denominado Rosa de los Vientos. Por la petición de prórroga deberá satisfacer una cantidad de unos 62.000 euros en concepto de "tasas por prestación de servicios urbanísticos".
La situación crítica que sufre todo el sector inmobiliario en general ha hecho mella en el grupo Marina d´Or. Tras la reestructuración de la plantilla, que se tradujo en el despido de 214 empleados, algunos de los cuales amenazan con manifestarse por cómo se llevó a cabo todo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), el grupo se ha visto obligado a cerrar alguna de sus oficinas puesto que "al disminuir el trabajo también se reducen las necesidades", informan desde la Ciudad de Vacaciones, y añaden "pero esto no significa que si la si también ha llevado a cabo la política de recortes".

 

Recortes en el exterior

Pero los problemas para Marina d´Or no sólo se encuentran dentro de nuestras fronteras. En el exterior también ha llevado a cabo la política de recortes. De hecho, el grupo ha decido suprimir de su página web alguno de sus objetivos en el extranjero como era la apertura de oficinas en México, Panamá y Argentina.
"Tendremos que esperar mejores tiempos y asegurarnos lo que tenemos", explican desde la promotora. Por otro lado, según ha confirmado el propio grupo, su oficina que se encontraba en el centro de Londres la trasladan a a las afueras de la capital de Reino Unido y de esa forma, reducirán considerablemente los costes.
Pero no todo son malas noticias, en Marruecos, uno de los países en los que más está creciendo el sector de la construcción y en el que más esperanzas tiene Marina d´Or. El grupo ha iniciado hace apenas unos días la construcción de la Perla de Tánger, un complejo residencial y turístico distribuido alrededor de una amplia zona ajardinada, con seis edificios de apartamentos, dos torres de oficinas, un moderno hotel de 5 estrellas con 241 habitaciones y un centro comercial de dos plantas con piscina, restaurantes, cafetería, gimnasio con spa...

Esperanzas en Fitur

A pesar de la crisis Marina d´Or no se rinde y mira con esperanza la próxima feria de turismo que se celebrará en Madrid. "Estaremos en Fitur, es la mayor feria de turismo y en ella siempre hemos hecho muy buenos negocios y hemos contactado con muchos clientes", explican desde el grupo.


Al grupo parece no preocuparle la falta de asistencia que ha marcado otras ferias similares ni las noticias que anuncian una menor presencia de empresas que siempre han estado presentes en el evento.