Resumen de las
semanas entre el 23/9/19 y el 18/10/19.
Aparte de los
problemas internos en España a consecuencia de la sentencia por el proceso
independentista, intentado en Cataluña, y que aún no se ha cuantificado el daño
en la economía de aquella zona y, por ende, al resto del país, casi ha
eclipsado el Brexit.
El Parlamento
británico forzó a Boris Johnson a
echar el freno en sus planes para el Brexit con la aprobación de una enmienda
que le ha obligado a pedir una
extensión de la salida de la UE, prevista inicialmente para el
31 de octubre. Horas más tarde, Johnson envió la fotocopia de una carta (sin firmar)
a Bruselas pidiendo la prórroga del Brexit, acompañada de otra misiva original (esta vez firmada)
alegando que personalmente cree que el retraso sería un "error".
Varios diputados condenaron el doble rasero del "premier" y
anunciaron su intención de llevarle a los tribunales por desacato al Parlamento
si se niega en última instancia a negociar la extensión.
En
la primera de las cartas remitidas a Bruselas, solicitando una extensión del
Brexit hasta el 31 de
enero del 2020, se especifica que el texto no ha sido en
realidad elaborado por el "premier" sino por el Parlamento. En la
siguiente carta, el propio Johnson asegura que un retraso del Brexit sería
"profundamente corrosivo" para su país y asegura que buscará la
aprobación de su acuerdo para lograr la salida de la UE en la fecha estipulada.
El
"Supersábado" de Johnson (19/10/19), que buscaba la aprobación en
Wesminster de su acuerdo recién sellado con Bruselas, saltó de pronto por los aires por la
enmienda presentada por el ex conservador Oliver Letwin. Por
322 votos a favor y 306 en contra, los partidos de la oposición cerraron filas
con una veintena de "tories" expulsados e incluso con los 10
diputados del Partido Democrático Unionistas (DUP) y forzaron a Johnson a
cancelar repentinamente la votación de su acuerdo y a pedir la extensión del
Brexit.
El
presidente del Consejo Europeo, Donald
Tusk, confirmó la llegada de la carta de Johnson, aunque no
detalló su contenido. Tusk convocó una reunión especial de los embajadores de
los 27 para analizar la situación el domingo, aunque advirtió que la respuesta
de la UE podría demorarse varios días.
La
enmienda aprobada en el “Supersábado” de Westminster (la primera vez en 37 años
que se celebra una sesión especial en ese día) condiciona sin embargo la ratificación del acuerdo del
Brexit a la tramitación de toda la legislación pendiente antes
del 31 de octubre. La enmienda remite a la ley para bloquear el Brexit sin
acuerdo, que obligaba a Boris Johnson a enviar una carta a Bruselas solicitando
una prórroga de tres meses en la salida de la UE.
"Créanme que en la UE existe muy poco apetito para
una nueva extensión", advirtió el premier en el arranque del
debate, remitiéndose a las palabras del presidente francés, Emmanuel Macron, (y
pese a la disposición inicial de la canciller Angela Merkel para prorrogar el
Brexit).
En
su país, no quieren que Johnson siga usando la amenaza de una salida de la UE
sin acuerdo, para chantajear a sus propios diputados, para que voten a favor de
su acuerdo. Buena suerte, porque es lo que lleva haciendo incluso antes de
sustituir a Theresa May.
La
UE no está dispuesta a extender el Brexit un solo día. Johnson defendió su
acuerdo agradeciendo la "flexibilidad" de la UE para suprimir la polémica
salvaguarda o backstop, que habría dejado a todo el país indefinidamente
atrapado en la unión aduanera.
El
líder conservador defendió su solución específica para Irlanda de Norte -que
seguirá de facto en la unión aduanera y alineada con el mercado único- por
considerar que mantiene la frontera abierta, sin infraestructura y sin cambios
visibles.
Letwin
(el que ha presentado la moción), fue expulsado del Partido Conservador por
Johnson al votar a favor de la ley que bloquea el “no deal”,
abucheado desde los escaños tories cuando dijo que su
intención era votar a favor del acuerdo negociado por el premier. La intención
de su enmienda, es contar con una póliza de seguros que evite la posibilidad de
una salida de la UE sin un acuerdo el 31 de octubre. Sin decirlo textualmente,
lo que Letwin pretendía evitar era que el ala dura conservadora (los llamados
espartanos) votaran a favor del acuerdo de Johnson en primera instancia y luego
sabotearan toda la legislación pendiente hasta el 31 de octubre, forzando un no
acuerdo por defecto.
Las
divisiones internas del Partido Conservador han vuelto a dinamitar los intentos
de dar carpetazo al Brexit al primer intento. Johnson volverá a intentarlo
previsiblemente el lunes, intentando ganar tiempo para lograr que al menos ocho
parlamentarios cambien de bando y lograr la mayoría necesaria de 320. El
premier confía conseguirla in extremis con el voto del ala dura de los
conservadores, con los diputados expulsados de su propio partido y con, al
menos, nueve diputados laboristas, aunque sin los 10 parlamentarios del Partido
Democrático Unionista (DUP) que anunciaron su voto en contra.
Todo
esto se ha traducido en nuestras posiciones sobre las opciones que vencían el
viernes 18, en una suerte de montaña rusa en la que esperábamos un leve caída,
hubo rotura de la resistencia del Eurostoxx en los 3600 pero la enorme
concentración de contratos abiertos (máximo open interest) en ese nivel, nos
devolvió cierta confianza en que el cierre de los contratos se mantuviese por
debajo de esa cotización.
Vamos
a verlo, como siempre, en los pantallazos:
En
este vencimiento, hemos decidido no cerrar los contratos de futuros por 3
razones: nuestro posicionamiento inicial con esta estrategia es bajista, están
en pérdidas y vencen en Diciembre.
Sin
hacerlo, cerrarlos, El rendimiento neto de las opciones ha sido de más de
6000€, que se están utilizando en 2 “tareas”: compensar las pérdidas de los
futuros y compensar el margen necesario para aumentar en 1000 contratos la
posición en K&S. Así hemos conseguido que nuestro saldo siga por encima de
los 130.000€.
De
todas formas, si cerrásemos los futuros seguiríamos teniendo un neto en este
vencimiento de unos 1000€:
Insisto
en que es necesario tener un capital suficiente y conocimientos sobre opciones
más allá de lo básico (Long Call, Short Call, Long Put, Short Put) e incluso,
mucho más que las estrategias “estándar” del tipo Iron Condor o Butterfly.
Trabajamos sobre una posición inicial y medimos las desviaciones,
compensándolas con más contratos.