Cinta

domingo, 18 de noviembre de 2018

Semana 35 - 39.


Resumen de las semanas entre el 1/10/18 y el 31/10/18.

 

Desde hace un par de entradas, el que me lea, se habrá dado cuenta de que he introducido contratos de opciones como complemento más que como cobertura de la cartera.

He demostrado que para los que les parece demasiado complejo usar un CAPM, VAR o cualquier otro modelo de valoración de acciones “de libro” utilizado por los gestores de carteras profesionales, es “imprescindible” para decidir en qué empresas invertir y se puede sustituir por el nuestro, publicado aquí, creándonos una cartera rentable.

Otra cosa que queda por añadir es mi idea de un “número de Graham”, padre de las fórmulas de valoración de acciones de bolsa ya que, puestos a poner una fórmula “simple”, que no simplista, que no tiene en cuenta el endeudamiento de cada empresa donde se aplique (cosa que si hace nuestra propia fórmula), nos facilite el llamado valor intrínseco de una acción.

Ese valor, se define como su “verdadero valor”, es decir, el valor al que “debería” cotizar la compañía de acuerdo a sus ratios contables. Esto se calcula sobre la base del beneficio monetario que se espera recibir de él en el futuro. Pongámoslo de esta manera: es el valor máximo en el que se puede comprar el activo, sin perder en el futuro cuando lo vendamos.

Una explicación menos técnica sería pensar que las acciones que compremos de una empresa, son un piso que vamos a alquilar, donde la renta a obtener se asimila a los dividendos que ofrecen las acciones. Cuando la estrategia de comprar y mantener (Buy & Hold) en el Value Investing es la habitual, puede que el horizonte temporal sea de, pongamos un mínimo, 10 años. Esto, pasado a la renta del alquiler del piso, supone multiplicarla por esos 10 años más el posible valor de venta del piso también después de esos 10 años. Ese sería el valor intrínseco de nuestro piso.

Claro, que en ese intervalo está la inflación y riesgos más comunes que infravaloren nuestra propiedad (impago de renta, reformas en el inmueble, subida de tasas, derramas en la comunidad, etc.), que representaría un modelo de cálculo llamado Descuento de Flujo de Caja (Discounted Cash Flow).

Estas fórmulas de valoración “de libro”, son perfectas, si tienes el tiempo, los datos y las ganas para su cálculo. El inversor medio, ni lo tiene ni quiere tenerlo. Básicamente quiere poner su dinero y, después del tiempo al que se ha comprometido dejarlo, recibir el rendimiento “pactado” con anterioridad a ese compromiso.

Como esto no es un depósito en un banco a tipo fijo, hay que “currárselo” un poco más.

Bastante más simple, fácil de encontrar y calcular ese “valor intrínseco” que se utiliza en el análisis fundamental, será nuestro Valor Intrínseco Relativo, comparando el precio de cotización con alguno de los ratios que ya tenemos o que podemos ver en alguna web financiera ya calculado.

Usaremos 2 ratios usados habitualmente:

-          Precio sobre Beneficios (Price to Earnings, P/E - el archiconocido y usado PER)

-          Beneficio por acción (Earnings per share, EPS – BPA para la “piel de toro”)

El 1º, del que ya hicimos una explicación más exhaustiva aquí, compara el precio de cotización sobre los beneficios que obtiene la empresa por acción, diciéndonos que por cada € de beneficio que obtiene la empresa, pagaremos el valor del ratio y que podemos también comparar con otras empresas del sector para encontrar un valor relativo.

El 2º, que está en la misma entrada anterior más explicado, es lo que gana la empresa por cada acción.

He de decir que la importancia del enfoque de valor relativo radica en el hecho de que utiliza tanto los fundamentos propios de la empresa como las tendencias del mercado para calcular ese valor intrínseco. Esto lo hace más realista, pero propenso a fallos. Si los “fundamentales” cambian mucho en el futuro, se puede probar que su valor intrínseco es falso, dejando todos nuestros sesudos cálculos sin importancia.

Los datos que necesitamos, se sacan ya listos para copiarlos de una página como esta:


 
Estos 2 valores los multiplicaremos para obtener ese Valor Intrínseco Relativo:

P/E o PER * BPA o EPS = Valor Intrínseco Relativo

Interpretación:

Si la cotización está por ENCIMA del Valor Intrínseco Relativo: SOBREVALORADA

Si la cotización está por DEBAJO del Valor Intrínseco Relativo: INFRAVALORADA

Pues solo queda añadirlo a nuestra Excel:

De esta manera, vemos rápido y claro si estamos comprando “caro” o “barato”.

Vamos con el resumen de la cuenta de todo el mes:










 


Se produce la liquidación del remanente de contratos sobre Merck.

 
 





Esto es lo que hemos hecho durante el mes de Octubre.
Hasta la próxima entrada. Sl2.