Cinta

lunes, 29 de enero de 2018

Cambio de enfoque. Análisis fundamental de acciones.

 
 
La experiencia en la cuenta con opciones no ha obtenido el resultado esperado, principalmente por empeñarnos en usar un capital “minúsculo” para las necesidades de esa operativa. Esto hace que nos planteemos renovar la temática mantenida en el blog en los últimos 2 años y avanzar a otros temas menos tratados.
De verdad que existen formas de invertir en bolsa menos complejas, menos arriesgadas y suficientemente rentables que competir con operadores profesionales con muchos más medios y conocimientos.
Vamos a pasar a otro nivel.
Vamos a usar información gratuita pero seleccionada, para que con poco capital tengamos una cartera de inversión rentable.
En vez de usar índices, commodities (materias primas), criptomonedas (…¡qué miedo!, sobre todo después del último hackeo a Coincheck) ó divisas (que, aunque también tienen lo suyo, están más reguladas), usaremos los valores “de toda la vida”: las acciones.
Podemos invertir en las acciones “puras” pero es una lástima desperdiciar las oportunidades que nos ofrecen los derivados, como en Europa los CFD´s (Contratos por diferencias), para operar sin emplear el capital necesario para compra las mismas.
Para hacer esto, ampliaremos nuestra cultura financiera y seleccionaremos valores en función de parámetros y ratios del análisis fundamental. Para ello, tendremos que definir qué es el Análisis Fundamental:
Estudia el valor de una compañía para establecer si el precio refleja el valor de la compañía. Sobre este valor de dice que está infravalorada o sobrevalorada en el mercado. En caso de llegar a la conclusión de que el precio no refleja el “valor real” de la empresa y está infravalorada, compraríamos. Si creemos que está sobrevalorada, venderíamos, esperando que el precio vaya a buscar el valor que asignamos a dicha empresa cotizada.

 
Establece que el precio es una cosa y el valor de la firma otra, basándose en que el mercado NO es eficiente y eso provoca que el valor real de una compañía esté alejado del que marca.
 
El problema más importante es calcular o estimar el valor que hay que otorgarle a la compañía y saber cuánto tardará el mercado en poner a la empresa en el precio que estimamos “correcto”. Muchas casas de análisis (Standar & Poors, Moody´s, etc.) establecen precios “objetivos” en los valores cotizados, aunque en realidad, de objetivo no tiene nada, ya que ese valor varía según quién realice el análisis.
 
No me voy a extender en tooooda la teoría que está escrita más allá de describir que es cada cosa y crear un “indicador” que nos ayuden a “dar” ese valor que cualifique cada empresa por su fortaleza.
 
Por donde empezamos…
 
 
Aparte de tener capital para invertir (con 1.000€ por empresa y entrada, será suficiente), saber dónde encontrar la información financiera que cualquier empresa cotizada debe publicar, resulta imprescindible.
 
Como siempre, en Europa y para las acciones que se integran en los índices europeos, es más complicado encontrar esta información que si lo queremos hacer con acciones americanas.
 
 
La mejor página en este aspecto que existe para mi es https://www.finviz.com/
 

La más completa y que, además, nos permitirá hacer un rastreo de las empresas que coincidan con nuestros criterios en vez de dar “palos de ciego” sobre el océano de valores cotizados que existen. La única pega es que solo aparecen empresas que cotizan en los 3 índices principales americanos: Nasdaq, S&P500 y Dow Jones.
 

El https://finance.yahoo.com/ “de toda la vida”, también nos permite encontrar la información pero una a una.


Con la información un poco más dispersa pero que nos permite ver todos los mercados mundiales, desde Brasil a Japón por ejemplo, y la “ventaja” de que está en nuestro idioma tenemos https://es.tradingview.com/
 

Lo del idioma lo digo porque aunque nos moleste, toda la información en estos temas está en inglés… pero se traduce fácilmente y lo que no sepamos en un idioma, estará en el otro y viceversa.

A pesar de que existen 40-50 ratios que se utilizan en la industria, mi cartera “grande” usa 7-9 y, en los 3 años que lleva funcionando, no ha perdido nunca. Como es fruto de años de estudio, esfuerzo y dinero perdido en el camino, esta información no la voy a compartir (nadie da su “receta secreta” y yo, tampoco). Sin embargo, daré la forma más simple de valorar una empresa que conozco, la medida de decisión y una prueba empírica para demostrar su funcionamiento.

Como no recibo comisiones de nadie y mis resultados dependen de mi capacidad personal, promocionaré las webs que proporcionan la información porque es gratis, igual que lo que publico/demuestro/asumo si me equivoco.

En España, la mayoría de los inversores (que son tan conservadores que el 80% del dinero sigue en depósitos bancarios o en deuda pública, recibiendo un 1% o menos de rentabilidad), solo se “atreven” con las empresas del IBEX y, como mucho, alguna muuyyyy conocida “al otro lado del charco”: Apple, Amazon, etc.

La verdad es que nos debe dar igual una que otra siempre que cumplan nuestros parámetros para poner nuestro dinero en ellas.

…¿y, qué parámetros son esos?

Buscaremos el máximo valor real de cada empresa, el menor precio en libros y la deuda más baja posible.

El máximo valor de una empresa, para mí, es la suma del Margen de Beneficio y la Previsión de la Rentabilidad Anual por Dividendo, ambos en porcentaje.

El menor precio en libros, insisto, para mí, es lo que en inglés se llama Price to Book.

La deuda más baja posible, el pasivo de la empresa dividida entre el patrimonio neto.

Hasta aquí, esta primera entrada. En las siguientes, explicaré qué es cada cosa y porqué lo vamos a usar.

 

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