La experiencia en la cuenta con
opciones no ha obtenido el resultado esperado, principalmente por empeñarnos en
usar un capital “minúsculo” para las necesidades de esa operativa. Esto hace
que nos planteemos renovar la temática mantenida en el blog en los últimos 2 años
y avanzar a otros temas menos tratados.
De verdad que existen formas de
invertir en bolsa menos complejas, menos arriesgadas y suficientemente rentables
que competir con operadores profesionales con muchos más medios y
conocimientos.
Vamos a pasar a otro nivel.
Vamos a usar información gratuita
pero seleccionada, para que con poco capital tengamos una cartera de inversión
rentable.
En vez de usar índices, commodities
(materias primas), criptomonedas (…¡qué miedo!, sobre todo después del último
hackeo a Coincheck) ó divisas (que, aunque también tienen lo suyo, están más reguladas),
usaremos los valores “de toda la vida”: las acciones.
Podemos invertir en las acciones
“puras” pero es una lástima desperdiciar las oportunidades que nos ofrecen los
derivados, como en Europa los CFD´s (Contratos por diferencias), para operar
sin emplear el capital necesario para compra las mismas.
Para hacer esto, ampliaremos
nuestra cultura financiera y seleccionaremos valores en función de parámetros y
ratios del análisis fundamental. Para ello, tendremos que definir qué es el
Análisis Fundamental:
Estudia el valor de una compañía para establecer
si el precio refleja el valor de la compañía. Sobre este valor de dice que está
infravalorada o sobrevalorada en el mercado. En caso de llegar a la conclusión de que el
precio no refleja el “valor real” de la empresa y está infravalorada, compraríamos.
Si creemos que está sobrevalorada, venderíamos, esperando que el precio vaya a
buscar el valor que asignamos a dicha empresa cotizada.
Establece
que el precio es una cosa y el valor de la firma otra, basándose en que el
mercado NO es eficiente y eso provoca que el valor real de una compañía esté
alejado del que marca.
El problema más importante es calcular o estimar
el valor que hay que otorgarle a la compañía y saber cuánto tardará el mercado
en poner a la empresa en el precio que estimamos “correcto”.
Muchas casas de análisis (Standar & Poors, Moody´s, etc.) establecen
precios “objetivos” en los valores cotizados, aunque en realidad, de objetivo
no tiene nada, ya que ese valor varía según quién realice el análisis.
No me voy a extender en tooooda la teoría que
está escrita más allá de describir que es cada cosa y crear un “indicador” que
nos ayuden a “dar” ese valor que cualifique cada empresa por su fortaleza.
Por donde empezamos…
Aparte de tener capital para invertir (con
1.000€ por empresa y entrada, será suficiente), saber dónde encontrar la información
financiera que cualquier empresa cotizada debe publicar, resulta
imprescindible.
Como siempre, en Europa y para las acciones
que se integran en los índices europeos, es más complicado encontrar esta
información que si lo queremos hacer con acciones americanas.
La mejor página en este aspecto que existe
para mi es https://www.finviz.com/
La más completa y que, además, nos permitirá
hacer un rastreo de las empresas que coincidan con nuestros criterios en vez de
dar “palos de ciego” sobre el océano de valores cotizados que existen. La única
pega es que solo aparecen empresas que cotizan en los 3 índices principales
americanos: Nasdaq, S&P500 y Dow Jones.
El https://finance.yahoo.com/ “de toda la
vida”, también nos permite encontrar la información pero una a una.
Con la información un poco más dispersa pero
que nos permite ver todos los mercados mundiales, desde Brasil a Japón por
ejemplo, y la “ventaja” de que está en nuestro idioma tenemos https://es.tradingview.com/
Lo del idioma lo digo porque aunque
nos moleste, toda la información en estos temas está en inglés… pero se traduce
fácilmente y lo que no sepamos en un idioma, estará en el otro y viceversa.
A pesar de que existen 40-50 ratios
que se utilizan en la industria, mi cartera “grande” usa 7-9 y, en los 3 años
que lleva funcionando, no ha perdido nunca. Como es fruto de años de
estudio, esfuerzo y dinero perdido en el camino, esta información no la voy a
compartir (nadie da su “receta secreta” y yo, tampoco). Sin embargo, daré la
forma más simple de valorar una empresa que conozco, la medida de decisión y
una prueba empírica para demostrar su funcionamiento.
Como no recibo comisiones de nadie
y mis resultados dependen de mi capacidad personal, promocionaré las webs que
proporcionan la información porque es gratis, igual que lo que
publico/demuestro/asumo si me equivoco.
En España, la mayoría de los
inversores (que son tan conservadores que el 80% del dinero sigue en depósitos
bancarios o en deuda pública, recibiendo un 1% o menos de rentabilidad), solo
se “atreven” con las empresas del IBEX y, como mucho, alguna muuyyyy conocida
“al otro lado del charco”: Apple, Amazon, etc.
La verdad es que nos debe dar igual
una que otra siempre que cumplan nuestros parámetros para poner nuestro dinero
en ellas.
…¿y, qué parámetros son esos?
Buscaremos el máximo valor real de
cada empresa, el menor precio en libros y la deuda más baja posible.
El máximo valor de una empresa, para mí, es la suma del Margen de
Beneficio y la Previsión de la Rentabilidad Anual por Dividendo, ambos en
porcentaje.
El menor precio en libros, insisto, para mí, es lo que en inglés se
llama Price to Book.
La deuda más baja posible, el pasivo de la empresa dividida
entre el patrimonio neto.
Hasta aquí, esta primera entrada.
En las siguientes, explicaré qué es cada cosa y porqué lo vamos a usar.
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